sábado, febrero 8, 2025
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Lore de la Campaña de las Sílfides Nocturnas

Ardenweald, un vibrante más allá para quienes están conectados con la naturaleza, es un reino de restauración sin fin custodiado por las místicas sílfides nocturnas. En este bosque eterno, los gigantescos árboles oníricos absorben la valiosa ánima (la esencia de alma) para alimentar a los espíritus de la naturaleza que aguardan el renacimiento.

El Corazón del Bosque

Después de que decidieras alinearte con la curia de las sílfides nocturnas, regresaste a Ardenweald. Allí te permitieron acceder al Corazón del Bosque. Con muchas de las almas de Ardenweald presentes, recibiste la bendición de la forma de alma, el primero de muchos obsequios que se otorgan a los miembros de la curia. Supiste entonces que tenías que cumplir con una importante tradición: ¡presentarte a lo grande!

¡Por la reina y la arboleda!

Con la ayuda de unos amigos y un poco de magia, protagonizaste una obra de teatro que recreaba los dramáticos acontecimientos de Azeroth que condujeron a tu llegada a las Tierras Sombrías. Tu actuación impresionó a la Corte de la Noche y a la Reina del Invierno.

Ysera, que estaba entre el público, descubrió que lo ella había tomado por sueños y pesadillas eran visiones de cosas sucedidas en Azeroth. Mientras te llevaba al Corazón del Bosque, te confió que también había soñado que Tyrande Susurravientos se convertía en la Guerrera Nocturna y que estaba preocupada por el futuro de Tyrande y de Ardenweald.

Una vez hechas las presentaciones con las sílfides nocturnas, te vinculaste a su curia en una ceremonia presidida por la Reina del Invierno.

Torghast

El alto señor Bolvar Fordragón te envió a Torghast, Torre de los Condenados, a rescatar a Baine Pezuña de Sangre de las garras del celador Arkoban.

Con Baine ya a salvo en Oribos, regresaste a Torghast con una de las llaves del celador para adentrarte aún más en las profundidades de la torra. Tu búsqueda te condujo a un misterioso prisionero conocido como el Grabador de Runas.

Recuperaste de Las Fauces uno de sus recuerdos y colaboraste con Ve’nari paral liberarlo de una de sus ataduras. A cambio, el Grabador de Runas se ha ofrecido a ayudarte a fabricar una poderosa armadura.

Las Fauces

Volviste a Las Fauces, donde te encontraste con la especuladora Ve’nari. Tras aceptar las condiciones de su acuerdo, conseguiste un cristal guardián de almas que te permitió sacar a varias almas perdidas de Las Fauces. Además, averiguaste que Baine Pezuña de Sangre está preso en Torghast, Torre de los Condenados, pero que necesitarás un plan de acción para intentar rescatarlo.

Recrecimiento

Tras llevar a las almas rescatadas de vuelta a Ardenweald, averiguaste más acerca del Corazón del Bosque y de los poderes que yacen latentes en sus raíces. Además se te concedió la bendición del nexo de almas y te vinculaste a Niya.

Hija de la Guerrera Nocturna

Ysera te pidió que te reunieras con Shandris Plumaluna en Oribos para ayudarla a sacar a Tyrande Susurramientos de Las Fauces. Ayudaste a Shandris a localizar a Tyrande, cuyos poderes de Guerrera Nocturna le habían permitido abrirse paso entre las fuerzas del Carcelero, pero también amenazaban con destruirla.

Seguisteis a Tyrande hasta el interior de Torghast. Allí presenciasteis el asombroso poder de la Guerrera Nocturna y rescatasteis a muchas almas kaldorei cautivas. Tyrande se negó a regresar hasta acabar con Sylvanas.

Volvisteis a Ardenweald, donde las almas liberadas encontrarían la paz. Ysera y Shandris juraron que darían con el modo de salvar a Tyrande del poder devorador de la Guerrera Nocturna.

El jefe

Acompañaste a Bwonsamdi a investigar las extrañas desapariciones de varios poderosos espíritus de la naturaleza en Ardenweald. Durante vuestra búsqueda, descubristeis el plan secreto del loa de la muerte Mueh’zala de despertar a los maléficos loa Dambala y Hakkar para ponerlos a su servicio.

Al ver que no tenía otra opción que enfrentarse a su maestro, Bwonsamdi te pidió que suplicaras ayuda a la Reina del Invierno. Al enterarse esta de la traición de Mueh’zala, envió a la Cacería Salvaje para eliminar del bosque a los esbirros de Mueh’zala. Luchaste junto a tus compañeros cazadores, derrotaste a Dambala y expulsaste de Ardenweald a los seguidores de Mueh’zala.

La maldición de la Guerrera Nocturna

Ysera te habló de Thiernax, un alma mortal de Ardenweald que había enarnado a la Guerrera Nocturna en su mundo. Te reuniste con Thiernax y averiguaste que el tremendo poder de la Guerrera Noctgurna los mató a él y a su esposo Qadarin. Mientras Qadarin se enfrentaba a un spriggan malicioso en el Jardín de la Noche, cayó sobre él una maldición terrible.

Bayalunar te encargó que buscases información sobre cómo eliminar la maldición para salvar a Qadarin. Seguiste las instrucciones del pergamino y recopilaste todo lo necesario, incluido un símbolo del amor entre Ysera y su hermana Alexstrasza, y así deshiciste la maldición de Qadarin. Thiernax, agradecido, prometió ayudar a salvar a Tyrande del trágico destino de la Guerrera Nocturna.

De Drust a Drust

Ayudaste a Ara’lon a rescatar a Gweyir, una cazadora poseída, y te enviaron a Drustvar para buscar el modo de romper la maldición que la afectaba. Regresaste con un poderoso fetiche Drust e instrucciones para localizar a Kivarr, una vieja Hablaespinas.

Tu búsqueda del Kivarr te llevó hasta la Arboleda del Manto Nocturno, donde los Drust la tenían cautiva. Tras su rescate, Kivarr os envió a Ara’lon y a ti en busca de componentes especiales para un ritual con el que eliminar la maldición. Por desgracia, Ara’lon no regresó y debiste completar tú la misión.

Aunque Kivarr y tú realizasteis el ritual, no conseguisteis romper la maldición.Gweyir falleció, lo que demostró que no hay vuelta atrás para las sílfices que se someten a los Drust.

El Cazador Astado

Thiernax te habló de un posible modo de salvar a Tyrande del destino de la Guerrera Nocturna: dispersar su poder entre las anteriores Guerreras Nocturnas que ahora descansaban en las Tierras Sombrías. Para encontrarlas, lord Herne de la Cacería Salvaje te sugirió que buscaras al famoso Cazador Astado, Huln Monte Alto.

Huln accedió a ayudarte a localizar a las demás Guerreras Nocturnas en las Tierras Sombrías, pero antes tenía que terminar de cazar a la presa que tenía asignada. Ayudaste a Huln a localizar a un devorador enorme, un devoramundos llamado Voras. Huln y tú le tendisteis una trampa y lo derrotasteis. Fiel a su palabra, Huln comenzó a buscar a quienes, en otro tiempo, habían encarnado a la Guerrera Nocturna.

Oferta para un loa

En su negrópolis de Nazmir, Bwonsamdi os reveló a Vol’jin y a ti que fue Mueh’zala quien engañó a Vol’jin para que nombrara a Sylvanas jefa de guerra, y que además envió a un antiguo espíritu de la naturaleza a Las Fauces.

Con la ayuda de Vol’jin, rescataste no solo a dicho espíritu: la diosa salvaje Crinceniza, sino también a los loa Hir’eek y Shadra. Localizasteis a Rezan, pero era tarde para salvarlo. El loa de los reyes transfirió a Vol’jin la esencia que le quedaba.

A vuestro regreso, la Reina del Invierno se interesó por el hecho de que el alma mortal de Vol’jin contuviera los restos de un loa. Aunque no conocía el destino que lo aguardaba, la reina permitió a Vol’jin dormir en una semilla silvestre junto a los demás espíritus.

Drust y cenizas

Atacaste la última fortaleza Drust en Ardenweald junto a la Cacería Salvaje y te enfrentaste a su líder, Gorak Zhar. Tras asestar el golpe final, descubriste que habías luchado contra un Ara’lon poseído. Con su último aliento, Ara’lon te advirtió de que lo de la fortaleza había sido una distracción: el auténtico objetivo de los Drust era la Arboleda del Despertar.

Ysera te llevó de vuelta al Corazón del Bosque y sumió en su sueño eterno a todos los miembros del ejército Drust que pudo. Conmovida por la pérdida de otro fiel sirviente, la Reina del Invierno utilizó su precioso poder. Tras recibir su bendición, recuperaste la Arboleda del Despertar y derrotaste a Gorak Zhar, lo que supuso el fin de su amenaza de conquitar Ardenweald.

Continuará…

Xeitsu
Xeitsu
Yo lo he sacrificado todo... ¿Qué has hecho tú? ¡Por Azeroth!
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